PUEBLOS REPENTINOS
Poemas 1975-1983
"Pueblos repentinos", Epsilon Editora, 1988.
Casi una década en que la escondida
no fue un juego.1. CONVERSACIONES DE SIMIOS Y SERPIENTESReclina tu frente tan lento como puedas
y quítate el reloj,hay demasiado apremio en sus agujas.
LAS GORGONAS
Quienes no hayan mirado
hacia las mansas y cálidas vertientes de la idea,
y aún, quienes no ejercieron la decencia
en los escalones más débiles
o en las latitudes en que no se miran las palomas,
y todos aquellos que no gritaron a tiempo
cuando el salto y cuando el grito,
han de morir distinto de nosotros,
pues no tienen derecho a dejar de respirar
ni a sufrir lo suficiente.
SOLEDAD
Hay terribles monstruos
a la espalda de mis amigos.
Con esta cara de vanos y endurecidos pelos
con esta piel, con estos ojos,
sabré acaso algún día la razón del silencio.
Oiré la voz que no dudo
y tendré pruebas del eterno mar.
Con estos límites hallaré la infinitud
y gritaré con esta boca
el alarido quedo del capullo del cardón.
LOS LÍMITES DEL ORDEN
Con extraños males he cubierto esta tierra
y la línea curva de este andar delata mi penumbra.
LOS TRAICIONADOS
Advertir la traición
es condición suficiente para volar
por eso no somos pájaros.
Uno de estas tardes habrán de olvidar mi cara,
en algún suelo voy a caer de bruces.
Moriré despacio
pero seguro de estar muriendo.
Sería bueno abrir todas las puertas
y detener todos los relojes.
devendría un sufrimiento tolerable,
me rodearían mis fantasmas, el silencio y la mañana,
y la luz y las sombras se llenarían de infinitud.
Sería bueno, uno de estos años,
abrir todas las puertas para que nadie muera.
DIVISIÓN DEL DOLOR
En un rincón astuto
tratarán de que calles.
Toda flor se desangra entre ciertos muros.
No hay ojos para tanta inclemencia,
sólo lloviznas eléctricas y garrote
en manos estólidas.
Sucede cuando el grito,
cuando la muerte de los ideales
ofrece trabajo a los mediocres,
cuando nadie explota,
cuando se nublan los ojos
ante la triste virtud del silencio.
RINCONES
En el polvo yacen virtudes invisibles de la vida.
Hay un porqué en las gravas
para inquietar la ira del que vive
o sacudir las manos del que muere.
Hay polvo para todos,
un rincón en este mundo
donde permanecer tiesos
y desaparecidos.
OCHENTA Y TRES
Sostengo que no dejaré más que algunos versos
a pesar de sus formas quietas
rabiando melodías.
Sólo palabras para digerir el tiempo
y reparar distancias.
Sólo letras con fieras milenarias
llenas de vejez que no soñé.Frases con arcabuces cargados
de rosas y terror.
Narraciones extrañas
donde se revuelve el laberinto
de postergación y miedo.
Caracteres oscuros
sobre la cara blanca del idioma.
Pienso que no seré más feliz que ahora
y me abstengo de opinar lo insuficiente.Sostengo nuevamente tu mano
y tu piel se hace anémonas,
y otra vez la noche,
parece mentira.
LOS SIGNOS DE LA DEMENCIA
Esa parte rota en que dividimos el tiempo,
la máquina que gira, los gongs.
El rincón que apropia la basura.
Las semejanzas de las dudas del espejo,
del orden y la herida.
Las particulares voces de los hombres armados,
las voces de los hombres desnudos,
de las mujeres simples,
de los insectos complejos,
de los muy flacos por dentro.
Las iguales actitudes del oprobio y la basura,
del mal ocio y la incertidumbre.
Las mentiras toscas que justifican la bala,
el incendio, la tortura, las ventanas mudas,
la insistencia, el desorden,
la ambición.
Los costados extraños de la bebida
que resucitan las venganzas y los cuchillos.
Las razones castrenses que incendian las caras,
las aguas que bendicen la muerte.
Los cuerpos de paspartú que derramaron luces negras
donde había pobreza suficiente
para sobrevivir sin gritar.
Los que sueltan el voltaje, los que beben de los duelos
y los androides que ejecutan a conciencia la visión de sus espejos.
PREDECIBLE EL ACOSO
No pretendo extenderme en cada día.
He de morir como es costumbre: roto pero completo.
No me preocupa saber qué harán los minutos con mi carne,
ni que dirán los vivos de mis gestos.
Lo que sé de mí seguirá en los otoños,
y mis hachas y mis uñas
volverán en otra memoria
para darle amor o puñal a mi olvido.
Y otra vez vuelvo para adentro
como si alguien me llamara.
RECURSOS DEL ALBA
Por todas las heridas que lentas estrellas mantienen en su sitio
habría que demorar el verso
y darle prioridad a la mañana.
Ésa sería la venganza de la flor, de la luz, de la brisa.
En el interior del mundo los muertos sonreirían.
Así traman mis palabras su vocación de trampa.
VIVIR
Lo nuestro es delatarnos, es decir,
tener las olas a merced y un grito a cuestas.
Un alarido como pocos, un falso tragaluz, una carnada.
Dejar los ojos quietos en la sombra insensata,
desconocer la luz y abjurar,
abjurar para siempre.
Será que ningún zorzal habitó estos espacios,
será que mi especie se llena de absurdos señuelos
o de llamaradas al ardor de las jinetas.
Esta noche se empecina, como tantas,
en buscar la primavera.
SENTENCIA
Cuando silencies la lengua para otorgar
empezarás la muerte de los callados,
que es una muerte húmeda y apartada.
Nada tan mortal como caer en la trampa
y seguir viviendo.
ODIO
Todo lo que toques es olido por el cerdo.
No dejes que te muerda, antes acábalo.
LA RUECA
Hay un reclamo de lógica perdida en la espalda del viento.
Un reclamo de espacios y de ciencias
en la infinita sabiduría de las rocas.
Como nave cristalina el tiempo reviste la preciada desnudez de la tierra
y los profanos hijos del ancestro se pintan de colores
y se visten de espejos nunca vistos.
Y hay otras tantas formas de huir.
Hay un llanto esmeralda
acariciando la tibia mansedad de la montaña,
viene el mineral con su verdad a cuestas.
Alguien descompuso esas semillas
y creyéndose sabio les dio una cifra,
y cifra y letra
formaron extraños parásitos de papel
que no sacian nuestra honda sed
de invitados sin regalo.
La claridad brota de viejas filosofías no escritas aún,
los astros nada saben de palomas ni de credos,
pero el suelo ha dado flores e insectos
y sin contarnos nos envuelve en silencio
y a él volvemos.
Hay otras tantas formas de huir.
Objeto de grandes pensadores
con grandes cerebros y fortunas,
y profetas, magos, monjes e ingenieros,
objeto de inútiles pisadas, de invasiones,
de colonización,
de intrépidos periplos
alrededor de qué o de quién,
de formas y dibujos, de forzados cambios,
y de lluvias atómicas que nada saben
de núcleo ni de átomo.
Por eso el suelo aguantando no es sed
y es amparo,
sin embargo el gemido asoma en el desierto
y el grito en el volcán.
¿Quién me dará una almeja y un balde de arena?
¿Quién me enseñará a no saber nada?
Y otras tantas formas de huir.
Poemas 1975-1985
"Pueblos repentinos", Epsilon Editora, 1988.
Casi una década en que la escondida
no fue un juego.1. CONVERSACIONES DE SIMIOS Y SERPIENTESReclina tu frente tan lento como puedas
y quítate el reloj,
hay demasiado apremio en sus agujas.
LAS GORGONAS
Quienes no hayan mirado
hacia las mansas y cálidas vertientes de la idea,
y aún, quienes no ejercieron la decencia
en los escalones más débiles
o en las latitudes en que no se miran las palomas,
y todos aquellos que no gritaron a tiempo
cuando el salto y cuando el grito,
han de morir distinto de nosotros,
pues no tienen derecho a dejar de respirar
ni a sufrir lo suficiente.
SOLEDAD
Hay terribles monstruos
a la espalda de mis amigos.
Con esta cara de vanos y endurecidos pelos
con esta piel, con estos ojos,
sabré acaso algún día la razón del silencio.
Oiré la voz que no dudo
y tendré pruebas del eterno mar.
Con estos límites hallaré la infinitud
y gritaré con esta boca
el alarido quedo del capullo del cardón.
LOS LÍMITES DEL ORDEN
Con extraños males he cubierto esta tierra
y la línea curva de este andar delata mi penumbra.
LOS TRAICIONADOS
Advertir la traición
es condición suficiente para volar
por eso no somos pájaros.
Uno de estas tardes habrán de olvidar mi cara,
en algún suelo voy a caer de bruces.
Moriré despacio
pero seguro de estar muriendo.
Sería bueno abrir todas las puertas
y detener todos los relojes.
devendría un sufrimiento tolerable,
me rodearían mis fantasmas, el silencio y la mañana,
y la luz y las sombras se llenarían de infinitud.
Sería bueno, uno de estos años,
abrir todas las puertas para que nadie muera.
DIVISIÓN DEL DOLOR
En un rincón astuto
tratarán de que calles.
Toda flor se desangra entre ciertos muros.
No hay ojos para tanta inclemencia,
sólo lloviznas eléctricas y garrote
en manos estólidas.
Sucede cuando el grito,
cuando la muerte de los ideales
ofrece trabajo a los mediocres,
cuando nadie explota,
cuando se nublan los ojos
ante la triste virtud del silencio.
RINCONES
En el polvo yacen virtudes invisibles de la vida.
Hay un porqué en las gravas
para inquietar la ira del que vive
o sacudir las manos del que muere.
Hay polvo para todos,
un rincón en este mundo
donde permanecer tiesos
y desaparecidos.
OCHENTA Y TRES
Sostengo que no dejaré más que algunos versos
a pesar de sus formas quietas
rabiando melodías.
Sólo palabras para digerir el tiempo
y reparar distancias.
Sólo letras con fieras milenarias
llenas de vejez que no soñé.
Frases con arcabuces cargados
de rosas y terror.
Narraciones extrañas
donde se revuelve el laberinto
de postergación y miedo.
Caracteres oscuros
sobre la cara blanca del idioma.
Pienso que no seré más feliz que ahora
y me abstengo de opinar lo insuficiente.
Sostengo nuevamente tu mano
y tu piel se hace anémonas,
y otra vez la noche,
parece mentira.
LOS SIGNOS DE LA DEMENCIA
Esa parte rota en que dividimos el tiempo,
la máquina que gira, los gongs.
El rincón que apropia la basura.
Las semejanzas de las dudas del espejo,
del orden y la herida.
Las particulares voces de los hombres armados,
las voces de los hombres desnudos,
de las mujeres simples,
de los insectos complejos,
de los muy flacos por dentro.
Las iguales actitudes del oprobio y la basura,
del mal ocio y la incertidumbre.
Las mentiras toscas que justifican la bala,
el incendio, la tortura, las ventanas mudas,
la insistencia, el desorden,
la ambición.
Los costados extraños de la bebida
que resucitan las venganzas y los cuchillos.
Las razones castrenses que incendian las caras,
las aguas que bendicen la muerte.
Los cuerpos de paspartú que derramaron luces negras
donde había pobreza suficiente
para sobrevivir sin gritar.
Los que sueltan el voltaje, los que beben de los duelos
y los androides que ejecutan a conciencia la visión de sus espejos.
PREDECIBLE EL ACOSO
No pretendo extenderme en cada día.
He de morir como es costumbre: roto pero completo.
No me preocupa saber qué harán los minutos con mi carne,
ni que dirán los vivos de mis gestos.
Lo que sé de mí seguirá en los otoños,
y mis hachas y mis uñas
volverán en otra memoria
para darle amor o puñal a mi olvido.
Y otra vez vuelvo para adentro
como si alguien me llamara.
RECURSOS DEL ALBA
Por todas las heridas que lentas estrellas mantienen en su sitio
habría que demorar el verso
y darle prioridad a la mañana.
Ésa sería la venganza de la flor, de la luz, de la brisa.
En el interior del mundo los muertos sonreirían.
Así traman mis palabras su vocación de trampa.
VIVIR
Lo nuestro es delatarnos, es decir,
tener las olas a merced y un grito a cuestas.
Un alarido como pocos, un falso tragaluz, una carnada.
Dejar los ojos quietos en la sombra insensata,
desconocer la luz y abjurar,
abjurar para siempre.
Será que ningún zorzal habitó estos espacios,
será que mi especie se llena de absurdos señuelos
o de llamaradas al ardor de las jinetas.
Esta noche se empecina, como tantas,
en buscar la primavera.
SENTENCIA
Cuando silencies la lengua para otorgar
empezarás la muerte de los callados,
que es una muerte húmeda y apartada.
Nada tan mortal como caer en la trampa
y seguir viviendo.
2. CONFLICTO (1982)
Vengo desde nunca y para siempre.
Necesito quedarme a discutir sobre lo eterno.
Busco heridas que justifiquen el grito.
PLANETA
Tarde envuelta en rojas llamaradas.
Cielos eternos despedazan el ocaso certero de los astros.
Viento que concibe quiebros y compañeros que caen.
El cobijo agrietado del recuerdo olvida este presente:
aun aislados los tormentos todo es desolación.
Cabe un ojo en nuestra riqueza
y no flaquea el insano designio
de un redil de locos.
La tarde se deshace en partículas de luces quemadas.
HERIDOS
Se hunden, se retuercen.
Tus dedos sin distancia y tu piel inmutablese deshacen.
Las formas del espacio se sacuden.
TRINCHERA
Retazo de un crepúsculo para el alivio de la mirada
(juega el abismo su ignorancia
y su presunción).
Todo cunde.
La forma esencial acecha quitándose los dientes.
BATALLA
Inopia.
Hora de ver el infame delito de morir en vano.
La forma esparce su misterio
soltándose de los cuerpos.
DEL CORAZÓN A LAS PALMAS
Me causa el entorpecido instante
el nudo que envuelvementiras y explosiones.
Ominosas ofrendas a los vencidos,
a los que avanzaron,
a los que huyeron de las esquirlas de la obediencia
Fruta fresca para los recién llegados
y lágrimas.
ODIO
Todo lo que toques es olido por el cerdo.
No dejes que te muerda, antes acábalo.
LA RUECA
Hay un reclamo de lógica perdida en la espalda del viento.
Un reclamo de espacios y de ciencias
en la infinita sabiduría de las rocas.
Como nave cristalina el tiempo reviste la preciada desnudez de la tierra
y los profanos hijos del ancestro se pintan de colores
y se visten de espejos nunca vistos.
Y hay otras tantas formas de huir.
Hay un llanto esmeralda
acariciando la tibia mansedad de la montaña,
viene el mineral con su verdad a cuestas.
Alguien descompuso esas semillas
y creyéndose sabio les dio una cifra,
y cifra y letra
formaron extraños parásitos de papel
que no sacian nuestra honda sed
de invitados sin regalo.
La claridad brota de viejas filosofías no escritas aún,
los astros nada saben de palomas ni de credos,
pero el suelo ha dado flores e insectos
y sin contarnos nos envuelve en silencio
y a él volvemos.
Hay otras tantas formas de huir.
Objeto de grandes pensadores
con grandes cerebros y fortunas,
y profetas, magos, monjes e ingenieros,
objeto de inútiles pisadas, de invasiones,
de colonización,
de intrépidos periplos
alrededor de qué o de quién,
de formas y dibujos, de forzados cambios,
y de lluvias atómicas que nada saben
de núcleo ni de átomo.
Por eso el suelo aguantando no es sed
y es amparo,
sin embargo el gemido asoma en el desierto
y el grito en el volcán.
¿Quién me dará una almeja y un balde de arena?
¿Quién me enseñará a no saber nada?
Y otras tantas formas de huir.